La vocación se construye durante toda la vida

Juan Cristóbal Didier
15 mar 2019
3 Min. de lectura

Actualizado: 6 ago 2019

¡Pero cómo Juan!

¿No es la Vocación algo con lo que se nace, que es como nuestro destino personal, o misión en la vida, y que debemos encontrar cuál es?

Sí y no. El que encontremos una misión en la vida, dedicarnos a algo para lo que sentimos un llamado, es perfectamente compatible con mi visión acerca de la Vocación como algo en permanente construcción y evolución durante la vida.

Y es que la propia vocación va surgiendo, a medida que vivimos experiencias en el mundo, experiencias de aprendizaje y de intercambio con otros principalmente. Cada vez que conoces a una persona que se convierte en alguien significativo, ya sea por lo que significa emocionalmente para ti, o porque comienza a ser parte de tu vida por algún motivo, es que esa persona puede influir en tus intereses, perspectivas y puntos de vista, y puede abrirte nuevos caminos en tu vida.

Y lo mismo cuando vives experiencias de aprendizaje, formales o informales.

"La Vocación es eso misterioso que cuaja en algo del tipo a qué me quiero dedicar, o qué tiene sentido para mí, hacer en mi vida"

Te invito a hacer un breve ejercicio:

Recuerda por un momento a algún profesor que te haya enseñado algo importante en el colegio o en la educación superior, que te haya marcado en cómo ves la vida o a lo que te dedicas hoy.

Piénsalo por un momento.

Estudiantes aprendiendo y descubriendo su vocación — Recuerda por un momento a algún profesor que te haya enseñado algo importante

Seguro encontraste una o más experiencias de ese tipo. Identifica ahora cómo te influyó esa persona, o esa experiencia, en tu vida actual. Visualiza qué cosas concretas haces ahora que no habrías hecho sin haber conocido a esa persona.

Si lo piensas, la Vocación es eso misterioso que cuaja en algo del tipo “a qué me quiero dedicar”, o “qué tiene sentido para mí, hacer en mi vida”, y eso, está construido y lleno de experiencias previas con personas y momentos que te hicieron aprender algo nuevo, descubrir y conocer el mundo de nuevas maneras, que de pronto cuajan en ese “click” interno que llamamos La Vocación.

Tu Vocación es esa construcción interna y personal, que haces con las experiencias de aprendizaje con otros que te toca vivir en tu vida.

Simple, ¿no?

Bueno, no tanto la verdad. Puede ser difícil “cuajar” todo lo que hemos vivido y aprendido en una sola y clara Vocación. O puede pasar también que no hemos tenido suficientes experiencias que nos hayan marcado positivamente como para dejarnos ese saborcito a “esto tiene mucho sentido”. Y entonces puedes tener la sensación de que no pillas tu Vocación.

Pero la buena noticia, es que desde mi manera de entender y trabajar con la Vocación, ésta se construye y evoluciona durante toda la vida.

Y es que si durante toda la vida seguimos aprendiendo (¡los millenials cómo saben de esto! Pareciera que nunca se quedan quietos aprendiendo de una cosa a otra) y viviendo experiencias significativas con otros, lo que llamamos Vocación, también evoluciona junto a tus vivencias y nuevos descubrimientos.

Te pongo un ejemplo:

Supongamos que Pedro en 3° medio asiste a una feria de tecnología que lo deja fascinado, y a partir de esa experiencia que lo marca, decide estudiar luego de 4° medio Ingeniería.

Durante la carrera, un profesor le enseña sobre el impacto positivo que la tecnología puede generar en la sustentabilidad del planeta, y esto le hace tanto sentido, que lo hace propio (se identifica), y decide que quiere dedicarse a la sustentabilidad.

Al salir al mundo laboral, encuentra trabajo en una organización que fomenta la sustentabilidad y ahí aprende sobre el impacto negativo de la industria de la carne en el cambio climático, y se convence tanto de aquello, que se dedica luego entonces a crear tecnología para la reducción de los gases de efecto invernadero que produce la industria de la carne, mitigando así dicho impacto negativo en el planeta. Pedro siente mucha satisfacción con su trabajo.

Pedro fue construyendo su camino y un Sentido Vocacional, de acuerdo a las experiencias que le presentó la vida. La Vocación funciona así. En un doble movimiento hacia vivir experiencias en el mundo, y luego volver a mirarnos en introspección para decantar y “cuajar” lo vivido.

"Desde mi manera de entender y trabajar con la Vocación, ésta se construye y evoluciona durante toda la vida...lo que llamamos Vocación, también evoluciona junto a tus vivencias y nuevos descubrimientos."